
Windows 11 es la última versión del sistema operativo de Microsoft, prometiendo una experiencia de usuario renovada y optimizada. Sin embargo, con este nuevo sistema operativo, también llegaron nuevas exigencias en cuanto a los requisitos de hardware. El cambio en la interfaz de usuario y las nuevas características introducidas demandan más recursos de la computadora para un rendimiento óptimo. A diferencia de Windows 10, que puede funcionar bien en equipos más antiguos, Windows 11 tiene requisitos más estrictos que pueden impedir su instalación en algunos dispositivos. Este artículo de trucosde.net detalla las diferencias clave entre ambos sistemas operativos, centrándose en los requisitos de hardware, para que puedas evaluar si tu equipo es compatible.
Windows 10, a pesar de estar llegando al final de su ciclo de soporte, sigue siendo una opción popular y fiable para muchos usuarios. Su compatibilidad con una amplia gama de hardware lo convierte en una elección segura para aquellos que no desean invertir en una actualización inmediata. Sin embargo, para disfrutar de las últimas actualizaciones de seguridad y las nuevas funcionalidades que ofrece Windows 11, comprender los requisitos mínimos es fundamental. La transición a Windows 11 implica no solo un cambio estético, sino también una posible optimización del rendimiento, siempre y cuando el hardware sea adecuado.
Necesidad de TPM 2.0
La necesidad de un TPM (Trusted Platform Module) 2.0 es uno de los cambios más notables entre Windows 11 y Windows 10. Anteriormente, este chip de seguridad era opcional en Windows 10, pero ahora es un requisito indispensable para instalar Windows 11. El TPM 2.0 es un componente de hardware que proporciona una capa adicional de seguridad al proteger contra el arranque no autorizado y cifrar datos sensibles. Microsoft argumenta que esta medida es crucial para proteger contra amenazas cibernéticas.
La mayoría de las computadoras portátiles modernas ya incluyen un TPM 2.0, pero si tu ordenador es más antiguo, es posible que necesites adquirir una placa base nueva o actualizar tu hardware para cumplir con los requisitos de Windows 11. Es importante verificar si tu ordenador tiene un TPM 2.0 habilitado en la BIOS/UEFI. La falta de este chip puede impedir la instalación del sistema operativo, incluso si tu computadora cumple con los demás requisitos mínimos. No es una funcionalidad opcional.
Especificaciones de Procesador
El tipo de procesador necesario es otro factor significativo. Windows 11 requiere que tu procesador sea compatible con el estándar de seguridad «Secure Boot» y sea compatible con virtualización con tecnología de entrada (VT-x o AMD-V). Windows 10 podía funcionar con procesadores más antiguos que no cumplen con estos requisitos, aunque con posibles limitaciones en el rendimiento. Las versiones más recientes de Intel y AMD ofrecen compatibilidad con ambos requisitos.
Microsoft ha restringido la instalación de Windows 11 a procesadores de 8ª generación Intel o Ryzen 2000 o posteriores. Esto significa que los procesadores más antiguos, como los de la serie Intel Core i5 de 7ª generación o los procesadores AMD Ryzen de primera generación, no son compatibles. Comprobar la compatibilidad de tu procesador es crucial antes de intentar la instalación. Puedes encontrar la información sobre tu procesador en el Administrador de Dispositivos de Windows. La compatibilidad es la clave aquí.
Requisitos de Memoria RAM

Windows 11 exige un mínimo de 4GB de RAM, lo que es el mismo requisito que Windows 10. Sin embargo, Microsoft recomienda 8GB de RAM o más para una experiencia de usuario óptima, especialmente al ejecutar aplicaciones modernas y juegos. Aunque Windows 10 puede funcionar con menos RAM, el rendimiento podría verse afectado, especialmente al ejecutar múltiples aplicaciones simultáneamente. La memoria juega un papel crucial en la fluidez del sistema.
Es importante tener en cuenta que la cantidad de RAM utilizada depende del uso que le des a tu computadora. Si solo utilizas tu computadora para tareas básicas, como navegar por internet y escribir documentos, 4GB de RAM podrían ser suficientes. Sin embargo, si planeas realizar tareas más exigentes, como edición de video o juegos, es recomendable tener al menos 8GB de RAM. Evalúa tus necesidades antes de tomar una decisión.
Requisitos de Espacio en Disco Duro
Para instalar Windows 11, se requiere un mínimo de 64GB de espacio libre en el disco duro. Esto es similar al requisito de Windows 10, pero Microsoft recomienda 128GB o más para una mejor experiencia de usuario, especialmente si planeas instalar muchas aplicaciones o almacenar archivos grandes. La almacenamiento es importante para el funcionamiento general del sistema.
El tipo de almacenamiento también es relevante. Si bien Windows 11 puede funcionar con discos duros (HDD) y unidades de estado sólido (SSD), Microsoft recomienda usar una SSD para mejorar significativamente el rendimiento del sistema. Las SSD son mucho más rápidas que los HDD, lo que se traduce en tiempos de arranque más rápidos, una carga de aplicaciones más rápida y una mayor capacidad de respuesta general del sistema. Considera actualizar tu almacenamiento para una mejor experiencia.
Conclusión
Windows 11 impone requisitos de hardware más estrictos que Windows 10, particularmente en lo que respecta a la necesidad de un TPM 2.0, un procesador compatible, y en algunos casos, más memoria RAM. Si bien la transición puede requerir una actualización de tu equipo, las mejoras en seguridad y rendimiento que ofrece Windows 11 pueden justificar la inversión, siempre y cuando tu hardware sea compatible. La decisión de actualizar o no depende en última instancia de tus necesidades y del estado de tu computadora actual.
Si bien Windows 10 sigue siendo una opción viable y familiar, es importante estar al tanto de los requisitos de Windows 11 para tomar una decisión informada sobre tu futuro sistema operativo. La actualización a Windows 11 ofrece nuevas funcionalidades y una interfaz renovada, pero es crucial asegurarse de que tu equipo cumpla con los requisitos técnicos para evitar problemas de compatibilidad y un rendimiento deficiente. ¡Evalúa cuidadosamente tu situación antes de dar el salto!